miércoles, 28 de enero de 2009

Diez reglas para educar a un macho macho

  1. Trate de no llamar al hijo varón por su nombre. Es mejor usar un apodo: "El Pelos", "El Moco" o "Potrillo" siempre funcionan. Mas si no se le ocurre alguno, use un hipocorístico: en lugar de "Francisco", dígale Pancho, Paco, Frank o Frankie. Por el contrario, si se trata de una hija macho no aplique nombres cariñosos. Nada de 'Lupita'; llámela 'Guadalupe'.
  2. Los varones machos, desde pequeños, ven el futbol por televisión. Acostúmbrelo. Las hijas machos juegan desde pequeñas a ser mamás y se caracterizan por dar órdenes a sus 'hijos' todo el tiempo.
  3. Jamás le pida o insinúe a su hijo varón que ponga la mesa, lave los trastos o tienda la cama. Las labores domésticas no son para él.
  4. En caso de pelea entre hermana macho y hermano macho, vigile que la niña no le pegue a su hermano, aunque sea menor o parezca más débil.
  5. En caso de pelea entre dos hermanos varones, manténgase al margen. Si la pelea se sale de control o se pone muy violenta, enciérrese en su habitación y llore.
  6. Si toda la familia está dispuesta a pasear el domingo, permita que su hijo varón sea el que decida adónde irán.
  7. Un niño macho siempre tendrá el control remoto de la televisión en la mano. La niña macho se encargará de que el control remoto no tenga baterías.
  8. Las "malas palabras", "palabrotas" o "palabras fuertes" son la puerta de entrada de los niños al verdadero mundo de los machos. Jamás lo reprima por usarlas.
  9. Recuerde que no está bien visto entre los machos lavarse las manos antes ingerir alimentos.
  10. Los accesos de ira, arranques de cólera y episodios de violencia son parte natural de la formación de cualquier macho.

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